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APRENDER JUGANDO

APRENDER JUGANDO

Aprender jugando es una herramienta que fomenta la convivencia entre padres, maestros, niños y la comunidad; a través de las actividades lúdicas en las comunidades, nuestra asociación Colibrí promueve los derechos del niño y valores como la tolerancia, la empatía, el respeto a las personas y el medio ambiente.

¿EN QUÉ SE BASA NUESTRO PROGRAMA?

El juego es una de las actividades que rigen la infancia, junto con el arte, la literatura y la exploración del medio ambiente. En Asociación Civil Colibrí: Sueños, Alegrías, Lucha y Trabajo A.C queremos que padres, y maestros, desde sus prácticas, hagan del juego un papel protagónico en la vida de los niños, que garanticen este derecho, y por eso seguiremos brindándoles actividades lúdicas en las comunidades en donde realizamos actividades y hagan de los momentos que comparten con los niños un escenario en el que ellos jueguen, imaginen, creen, exploren y que les permita expresarse mediante diversos lenguajes para vivir plenamente su primera infancia.

¿SABÍAS QUÉ EL JUGAR ES UN DERECHO?

El derecho al juego se define en el artículo 31 de la Convención sobre los derechos del Niño como “Los Estados Parte reconocen el derecho del niño y la niña al descanso y al esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes.” Pero además de que sea un derecho humano, es importante por lo siguiente:

LA IMPORTANCIA DEL JUEGO

 

El juego se convierte en una herramienta importante para que los niños establezcan su relación con el mundo de otras personas, con los objetos y con el espacio.

 

Los niños tienen derecho al juego, el juego es espontáneo, gratuito, creativo, socializador y le permite a los niños explorar, indagar e incluso resolver problemas. Si bien en las vacaciones la presencia del juego en la vida de los niños se hace más evidente, es importante que el juego no se limite a los momentos de “esparcimiento o descanso” o a ser una motivación para una actividad.

 

En el ámbito social, el juego es considerado reflejo de la cultura y la sociedad, y en él se representan las construcciones y desarrollos de un contexto. Los niños juegan a lo que ven y lo resignifican a partir de sus propias experiencias y por este motivo se planta como una elaboración del mundo y de formación cultural.

 

En su dimensión física, el juego es un lenguaje natural y es en los momentos lúdicos en los que los niños tienen una mayor necesidad de expresar al otro sus intenciones, emociones y sentimientos. El cuerpo del niño se pone en contacto con otros cuerpos, se provocan nuevas acciones, nuevas formas de jugar, los niños están alerta a las reacciones del otro o los otros cuerpos y preparan su propio cuerpo para dar respuesta.

 

Desde una dimensión personal, el juego les permite a los niños expresar su forma de ser, de identificarse, de experimentar y descubrir sus capacidades y sus limitaciones. Ellos mismos eligen cómo armar su propio mundo, destruirlo o reconstruirlo, tal como sucede con el juego de armar y destruir torres de cubos.

 

El derecho al juego debe ser garantizado a todos, ya que gracias a él los niños aprenden y no debería ser privado mediante castigos por no haberse portado bien.

EL ACOMPAÑAMIENTO ES FUNDAMENTAL

Finalmente, es preciso que padres y maestros no olviden su papel como acompañantes de esta actividad, determinante para la infancia, que debe hacer presencia en todos los entornos, el hogar, escuela, el de la salud y los espacios públicos. Por todo lo anterior, aprender jugando es una herramienta que nuestra asociación promueve para fomentar valores como la tolerancia, empatía y respeto al medio ambiente y las personas.

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